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Refugiados palestinos en Chile
28 de febrero de 2008

Refugiados palestinos en Chile

En una carta publicada en el diario La Tercera, el día jueves 28 de febrero, dos señoras de apellidos Novoa e Ibarra, respectivamente, se manifestaban en contra de que Chile, en coordinación con la ACNUR y con algunos alcaldes de nuestro país, de refugio a los palestinos que están por llegar a Chile, con el argumento de que los dineros a invertir en ellos pudieran ser gastados en solucionar problemas pendientes hace años, de chilenos carenciados, llamando a hacer realidad aquel refrán que dice que la caridad debe empezar por casa.


Afortunadamente, me asiste la certeza, que el pensamiento de aquellas señoras no representa a la mayoría de los chilenos que estamos conscientes de varias cosas que me gustaría puntualizar:


1. Los chilenos hemos recibido la solidaridad de numerosos pueblos que, cuando conciudadanos nuestros han tenido que sufrir el exilio forzoso, no han escatimado esfuerzos por acogerlos y ofrecerles una vida digna, haciendo uso de principios tan universales como la fraternidad, la solidaridad y el humanismo. Es lamentable que estos valores aún no se hayan convertido en mínimo común denominador del pensamiento en nuestra patria.


2. En nuestro país, el aporte que los inmigrantes palestinos y sus descendientes han hecho, durante el último siglo, en todas las esferas de la vida cotidiana ha sido notable, lo que hace pensar que más que una carga para nuestra sociedad, la llegada de estos inmigrantes y el ofrecerles un espacio privilegiado en donde esperar que se haga efectivo su derecho al retorno a Palestina, lejos de constituir una carga debe ser tomado como una verdadera oportunidad de aprendizaje para nuestra sociedad, de desarrollo de la conciencia nacional en torno a estos valores y de practica de los mismos.


3. Por último, no hay que ser demasiado erudito en temas políticos y económicos para darse cuenta de que si en nuestro país existen aún temas de justicia social por resolver, es precisamente por el modelo de desarrollo al que Chile ha adscrito, que precisamente carece de estos valores esenciales y no genera ni justicia ni igualdad para todos y todas, por lo que ahorrarse los dineros que se utilizaran en este caso, y que según explica el mismo alcalde, no son significativos, no redundará en ningún cambio significativo en la realidad nacional de los que menos tienen.


Por todo lo anterior es destacable la actitud asumida por todos quienes se han involucrado en esta acogida que esperamos no se prolongue más que el tiempo imprescindible para hacer realidad el derecho que a todos los palestinos del mundo asiste de retornar a Palestina, su tierra, y construir en ella un Estado independiente soberano, laico y democrático en el cual las imágenes cotidianas de la nefasta e ilegal ocupación militar israelí sobre la tierra de los palestinos, que lleva ya 60 años y que nada tiene que envidiar a lo que los nazis hicieron con los judíos en la Segunda Guerra Mundial, no sea más que un triste y lejano recuerdo.


 

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