Carta abierta al gran maestro de la Gran Logia de Chile
La determinación de suspender al Querido Hermano Daniel Jadue me ha tomado por sorpresa. El Hermano Jadue ha demostrado una lealtad y compromiso inquebrantables hacia los principios y valores sociales masónicos, lo que hace aún más desconcertante y dolorosa esta decisión.
Sr. Sebastián Jans Pérez
Gran Maestro de la Gran Logia de Chile,
Me dirijo a usted en mi calidad de profano para expresar mi profunda tristeza y preocupación respecto a la reciente suspensión del Querido Hermano Daniel Jadue. Es con mucho respeto, pero con el espíritu democrático aprendido en la orden y que caracteriza a la Masonería, principios que han guiado las acciones y han sido el pilar que han construido las relaciones internas y en comunidad con una larga historia de 162 años, casi toda la historia de nuestro país. Me dirijo a usted para manifestar mis inquietudes.
La determinación de suspender al Querido Hermano Daniel Jadue me ha tomado por sorpresa. El Hermano Jadue ha demostrado una lealtad y compromiso inquebrantables hacia los principios y valores sociales masónicos, lo que hace aún más desconcertante y dolorosa esta decisión.
Considero que es un deber masónico manifestar mi malestar sobre la situación acontecida con el Hermano Jadue. El espíritu de la fraternidad que llama a ser justos y a defender la verdad, por lo que no puedo permanecer en silencio ante esta injusta medida.
Permítame recordar a ud. el caso del querido hermano y General de Aviación Alberto Bachelet, padre de la expresidenta Michelle Bachelet, quien enfrentó una de las más dolorosas y públicas muestras de injusticia y falta de fraternidad de la masonería, durante el Golpe Militar de 1973. Alberto fue expulsado de la masonería por no pago de sus mensualidades y por asistencia. Siendo conocido por todos que se encontraba preso por la dictadura solo por pensar distinto.
En dicho momento histórico, el Hermano Alberto Bachelet demostró integridad y resiliencia, dejando claro que la verdad y la justicia finalmente prevalecen siendo un verdadero masón. Este episodio nos enseñó que, incluso en los momentos más oscuros, debemos mantenernos fieles a nuestros valores de justicia y fraternidad. La historia, como sabemos, es cíclica y nos brinda valiosas lecciones.
En momentos pasados de nuestra historia republicana, otros masones han cometido atrocidades como el ex presidente Gabriel González Videla, durante la implementación de la llamada “Ley Maldita”, que resultó en la persecución de miles de comunistas, nos muestra cómo decisiones precipitadas, consideradas en momentos históricos como una ley justa, pueden llevar a resultados injustos y divisivos, dañando el tejido mismo de nuestra fraternidad y contradiciendo nuestras doctrinas y principios.
En este sentido, solicito muy respetuosamente que se reconsidere la medida adoptada y se lleve a cabo una revisión exhaustiva del proceso que llevó a la suspensión del Hermano Jadue. ¿Dónde hay una sentencia incluso ante que el poder judicial lo establezca? ¿Hay otros masones que están viviendo situaciones similares, pero con ellos no se obrado de la misma manera, incluso durante la movilización social del 2019 con violadores de DDHH? ¿Por qué?
Sin embargo, siendo un simple profano, creo representar la voz de muchos hermanos masones que comparten mi preocupación y descontento. Es mi obligación moral escribir esta carta abierta, ya que guardar silencio atentaría contra los principios de lealtad y fraternidad. La masonería se vive extramuros, un masón no se forma solo al tener un mandil sino con sus acciones y consecuencia.
Por último, deseo expresar mis respetos a usted y a todos mis Hermanos masones que lean esta carta con un tercer brindis, dedicado al Hermano Daniel Jadue. Esta es una invitación a reflexionar en los talleres masónicos y hogares sobre estos acontecimientos. Estoy convencido de que, mediante la reflexión y el entendimiento mutuo, se podrá encontrar una solución que honre los valores y preserve la armonía y fraternidad que siempre han caracterizado a la noble institución. Que a través de toda la historia de Chile ha sido fundamental y cuna de valores.
En vuestra gran alta investidura y con el mayor de los respetos, agradezco de antemano su atención
Fraternalmente,
Alias: CN. Arturo Araya Peeters
Comandante